La ceguera interior
En silencio, absorta por la tempestad
cierro mis ojos, y no veo el dolor
que mi pueblo de soberbia sembrador
no escuchó cuando el llamado a la unidad.
El leñador niega el hacha ejecutora,
se niega a ver su egoísmo y luego siembra
infiernos, gris el amanecer en sombra
donde, sólo hay espinas y no la aurora.
Tenaces, muchos fomentan la ceguera
interior, moribundos en rojo y fiera,
matices de un alma herida en desamor.
¡Sólo son engaños! pues el sembrador
que al atizar el fuego avasallador
odios y maldad, también serán armera
Kokul 'al Quetzalcóatl |
sábado, 9 de noviembre de 2013
La ceguera interior
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